Mtro Juan Rodolfo Mauricio Ríos Báez/Blog. El sustento del Hombre/Diciembre 2020/No.24
El territorio centroamericano tiene una dimensión de 522 760km² y una población aproximada de 50 690 00 habitantes. La posición que ocupa geopoliticamente siempre ha sido de gran importancia desde los españoles en el siglo xvi hasta el siglo xxi, siendo para el siglo xix y xx trascendente. Es un territorio que por sus dimensiones cubre dos niveles estrategicos, por una lado su ubicación ante los dos grandes oceanos, el Atlántico y el Pacífico, y en segundo nivel, da continuidad a la parte Norte de América Latina con México y a la parte Sur con Colombia. La población migrante a lo largo del continente será la otra vertiente de manera permanente durante el siglo xix la migración trasatlántica se considera aproximadamente en 60 millones de europeos, durante el ciclo de 1870 a 1913. La integración o la globalización en su segundo ciclo (el primero del siglo xvi, segundo xix, y el tercero finales del xx y principios del xx) los territorios ocupados de América Latina comienzan su movimiento permanente, las fronteras se delimitan, se vuelven a replantear y sobre todo la población activa hace que estos movimientos complejos se replantean. Es a partir de de este devenir humano de un Continente a otro desconocido como se va resolviendo parte de la historia del cooperativismo costarricense, por una parte la ideologia anarquista y con esto sus voceros que venian compuestos por intelectuales, trabajadores, sindicalistas. Provenientes de Italia, Cataluña, fundamentalmente. Entre ellos venian personajes como Ricardo Falcó Mayor, que era editor y fundador de publicaciones radicales como Renovación, la Linterna, y Germinal. Trabajadores ferrocarrileros que habian participado en la construcción del ferrocarril hacia el Atlántico protagonizando las huelgas de 1988. Juan Huaylupo Alcazar, en su tesis de Maestria (2003), investiga las primeras cooperativas en Costa Rica y su relacion con los anarquistas: “ Uno de los primeros intentos de conformación de una organización cooperativa, fue a fines del siglo XIX, con la propuesta de una organización que tenía por finalidad satisfacer las necesidades de productores y trabajadores agrícolas, tal es el caso de la Cooperativa Agrícola Costarricense de Cultivos y Colonización Interior. En la misma época se creaba la Sociedad Cooperativa integrada por artesanos de Heredia y se intentaba crear otra cooperativa por parte de obreros en San José. En el movimiento asociativo desde fines del siglo XIX y el movimiento cooperativo de principios del siglo XX, existía una tendencia socialista utópica que promovía el cooperativismo y el mutualismo, pero también existía en el movimiento obrero una tendencia anarquista.” (1)