Mtro Juan Rodolfo Mauricio Ríos Báez/Blog. El sustento del Hombre/Junio 2020/No.12

Familia arribando a Buenos Aires Fines de siglo XIX

Los investigadores no participamos en la elaboración de las posibles decisiones planificadas, ni en América latina ni en ninguna parte del mundo, como no sea por delegación expresa del poder político. Pero bajo nuestra responsabilidad hay dos tareas, sin las cuales esas decisiones serán siempre inoperantes: una es el conocimiento de la realidad inmediata; la otra, la construcción teórica,que es la única vía para descubrir la lógica de los procesos en el tiempo. Conocer la realidad inmediata bajo el signo de un método científico implica, además de describir la expresión visible del fenómeno, descubrir sus raíces más profundasy sus proyecciones mas lejanas. La construcción teórica en ciencia es el resumen de la observación fáctica y del conocimiento histórico, a lo que debe agregarse un alto grado de imaginación. Sin conocimiento no hay ciencia; sin imaginación y sin cultura, tampoco. (Sergio Bagú, 1990.)En América Latina durante el siglo xix se gesto un gran laboratorio social y económico a partir del llamado descubrimiento que siguio durante varios siglos posteriores del siglo xvi. Los diversos territorios que siginificaban al otro territorio que era Europa conquistado por los barbaros, hecho civilización por los griegos y romanos, sin olvidar a los primeros grandes comerciantes que eran los fenicios sin los cuales la tecnologia ni la innovación se hubieran superado, las invasiones del Gengis Khan de las lejanas llanuras y mesetas del norte mongol. Territorios que se reuniran por los siglos venideros en un deja vu que no termina que se logro interminable. En construcción permanente. En uno de esos transitos que la historia parece gustarle repetirse sin ninguna tregua en el siglo xix de nuevo se comunican, se invaden, se trasgreden y se integran las pooblaciones. Lejanas de la Europa pobre, que eran las zonas meridoniales, Hungria, Polonia, hacia el mediterraneo la italiana. Es la población empobrecida de una Europa que gira entre castillos, realezas y mucho Wolfang Mozart. Encantando a la encubrada elite con sonidos que estaran al tono de la felicidad y el buen vivir. Las migraciones hacia América Latina tendran sentidos diferentes si se quiere ver de manera fácil, sin embargo, es el mismo fenómeno cien años despues, el hambre. Esa calamidad que no es ni digna ni honorable. No debe serlo. Y eso si le agregamos la ignorancia, se tiene un estado infimo de lo humano. En fin. La llegada de estas familias a las tierras latinoamericanas no significaba tampoco otra gracia, mas que la que era sobrevivir. Y las formas tampoco variaban. Lo que se fue creando a partir de las experiencias, de las ideas, fue la realización de cooperativas. En ese momento no era nada extraordinario, era una forma de vivir, de llevar a cabo las oportunidades de resolver lo inmediato, era todo. En otro extremo, igual, venian las ideas desde el anarquismo, el socialismo, eran trabajadores que muchos de estos habrian participado en Europa de esta ebullición social, política. ¿Qué sucedió? Las primeras cooperativas de consumo. ¿En dónde? Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. La otra parte del territorio latinoamericano tendría otra historia. Centroamérica, el Caribe, los paises andinos. Las cooperativas de consumo se presentan como respuesta inmediata a una necesidad. Basica, que es la de comer. Asi de sencillo. El aprendizaje fue claro, la aosiación, la disciplina, y una parte de saberes que definirian los modelos de cooperativa. No hay que perder vista las cooperativas de consumo que se desarrollaban en Europa, particularmente en Inglaterra, Francia, los paises bajo y Alemania. Era una onda en espacio tiempo similar.